Renovatio Studio

Arquitectura Rehabilitación de estructuras de cimentación
REHABILITACIÓN Y RECALCE DE CIMENTACIÓN

Para ejecutar correctamente la rehabilitación de la cimentación y poder solucionar el asentamiento producido se debe proyectar la consolidación y estabilización del sistema estructural, para poder llevar a cabo el recalzado de la cimentación superficial existente.

Los recalces superficiales consisten en la transferencia de cargas a elementos de cimentación de mayor superficie que los cimientos originales o apoyados en niveles inferiores, pero sin llegar a profundidades considerables. Estos pueden realizarse con una nueva zapata de hormigón armado más grande por debajo de la existente (por suplemento de zapatas) o bien ampliándola lateralmente (puenteo de zapatas), ya sea conservando el canto o incrementándolo.

También se puede realizar una combinación de los diferentes métodos:

  • ENSANCHE DE CIMIENTO: Es un caso habitual cuando los cimientos resultan insuficientes por trabajar a presiones muy elevadas o se han degradado, perdiendo parte de su área efectiva. El problema fundamental es la unión de la parte nueva con la antigua y que la puesta en carga del conjunto se consiga sin asientos apreciables.
  • PROFUNDIZACIÓN DEL PLANO DE APOYO: Debe hacerse con descalce parcial de la cimentación existente y bajando hasta un nivel de suficiente resistencia. Normalmente se consigue también un aumento del área de reparto.  Es un método muy usado para el recalce de muros con cimiento corrido ya que la propia rigidez estructural permite puentear los sucesivos huecos creados.
  • REFUERZO O CREACIÓN DE CIMIENTOS.

Además, se debe garantizar la conexión con el cimiento antiguo empleando alguna o varias de las siguientes soluciones:

  • Barras corrugadas de acero colocadas en taladros tomadas con resina epoxi.
  • Llaves o cajeados laterales practicados en la zapata existente.
  • Aplicación manual de una imprimación activa de dos componentes a base de resina epoxi.
  • Unión de la zona de rotura longitudinal de la base del muro de carga mediante garrotas de acero corrugado ancladas con resina epoxi resistente a la humedad por capilaridad.
FASES DE UN RECALCE
  1. REFUERZO Y APOYO PROVISIONAL DE LA ESTRUCTURA, SI SE PRECISA: Se refuerzan los muros con barras de acero, los huecos se rellenan mediante inyecciones, etc. En este edificio se ha realizado un apuntalamiento exterior del muro afectado e interior para el soporte del forjado de cubierta.
  2. CONSTRUCCIÓN DE LA NUEVA CIMENTACIÓN: La nueva cimentación se construirá contigua a la existente, para ello se comienza por excavar bajo estas.
  3. TRANSFERENCIA DE LAS CARGAS A LA NUEVA CIMENTACIÓN: Antes de transferir la carga de modo permanente a la nueva cimentación deberían terminarse los asientos. Cuando la nueva cimentación se lleva hasta un suelo, puede haber asientos de consolidación importantes. Para ello se mantendrá el apuntalamiento durante el periodo de asiento de la nueva cimentación.